Monday, April 4, 2011

Con una inversión de $5 millones y la contratación de 300 empleados

Antojito que provoca el frenesí boricua
El imperio de Krispy Kreme se extenderá a tres nuevos pueblos
Ellysmar Gómez y John Cook fueron los empresarios que trajeron la popular franquicia a Puerto Rico.
Por Yalixa Rivera Cruz
Con una inversión de $5 millones y la contratación de 300 empleados, Krispy Kreme ha plantado bandera en Puerto Rico provocando un inexplicable frenesí que a tres años de haber inaugurado su primera tienda aún perdura.
Primero fue Caguas, luego Guaynabo y más reciente Dorado. Ya confirmados, próximamente serán los pueblos de Ponce, Mayagüez y Carolina, los que contarán en su vecindario un Krispy Kream.
Sus propietarios, la venezolana Ellysmar Gómez y el estadounidense John Cook, admitieron que, cuando tuvieron acceso a la franquicia de Krispy Kreme hace 10 años supieron de una vez que sería un concepto muy exitoso en Puerto Rico. Lo que no imaginaron fue la magnitud de ese éxito.
Junto a ellos también participa del negocio, albergado bajo la compañía Caribbean Glaze Corporation, Juan Antonio Larrea, propietario de los restaurantes Church’s Chicken.
Los puertorriqueños han demostrado que hacen lo que sea con tal de poder saborear la popular dona glaceada, desde amanecerse en un fila el día antes de abrir la tienda, hasta esperar horas y horas en una fila incluso fuera de la tienda a merced de las inclemencias del tiempo.
Según Gómez es por este masivo respaldo que ellos decidieron darle más a los clientes del patio.
Le pusieron carpas en el exterior de las tiendas, música y hasta le regalan una de las codiciadas donas.
En respuesta, los puertorriqueños las compran por docenas.
“Son miles, miles las donas que se venden en un día”, reclamó Cook, sin querer revelar la cantidad promedio de donas que cada tienda fabrica en un día.
Sin embargo, al considerar que corren una producción de donas que operara 24 horas y que en promedio reciben unos 1,000 clientes diarios que a su vez se llevan a casa o al trabajo al menos una docena se pude deducir que son aproximadamente unas 12,000 las donas que cada tienda vende diariamente.
Gómez, quien además se desempeña como tesorera, aseguró que hay días en los que esa suma se duplica y los clientes sobrepasan los 2,500.
Una docena de donas cuesta $7.99.
Las donas de Caguas
Siendo Caguas su primera tienda y donde Krispy Kreme inició su saga en Puerto Rico, esta localidad se mantiene como una de las preferidas por los consumidores.
Tan es así que Krispy Kream ha perdido su nombre en esa región y cuando se refieren a las donas las reconocen como; “las donas de Caguas”.
En este sentido, la portavoz explicó que el hecho de ser la primera, y su localización sumamente estratégica en relación a los municipios del área, hizo que se convirtiera en la de mayor apego emocional para los clientes, hasta el punto de ser su tienda emblemática.
Aunque Dorado, la de más reciente apertura se ha convertido en todo un evento para los residentes de ese pueblo. A ocho meses de haber abierto sus puertas todavía las filas kilométricas para comprar donas persisten, en especial los fines de semana.
Cada tienda requiere una inversión aproximada de $1.5 millones y la contratación de 100 empleados.
La próxima tienda que abrirá será Ponce, en mayo. En estos momentos la gerencia está en el proceso de reclutar el personal necesario para la operación.
La decisión de dónde establecen cada nueva tienda Krispy Kreme, además de hacerse basada en la localidad tiene mucho que ver con lo que piden los clientes.
“Tenemos muchos seguidores en Facebook que siempre nos están escribiendo y pidiendo que abramos más tiendas. Por ejemplo, Mayagüez y Carolina son una de estas localidades que siempre nos piden, por eso están en la lista de las próximas que abriremos”, sostuvo la empresaria.
La meta de la cadena son establecer unas siete tiendas en total.
Gracias a Facebook
Antes de decidir invertir en la Isla, ambos propietarios sabían del reconocimiento que tenía la marca en Puerto Rico, gracias a las redes sociales.
“Antes de que abriéramos en Caguas ya había en Facebook páginas con miles de usuarios pidiendo porque se abriera un Krispy Kreme en Puerto Rico. Y el uso de este medio fue instrumental para el éxito”, comentó Gómez.
“Mucha gente conocía ya la marca. Incluso, era muy común que cuando viajaban a Estados Unidos le trajeran a familiares o amigos y hasta las enviaran con Fedex”, explicó Cook.
En realidad, reconocen que sabían que sería un éxito el negocio en Puerto Rico, a pesar de la recesión económica y lo que sucedía en el País, económicamente hablando, pero lo que nunca sospecharon fue magnitud de su éxito.
Tan es así, que a pesar de que la cadena tiene más de 140 tiendas en todo el mundo el modelo de negocio que se ha construido en Puerto Rico, hoy por hoy es el “ejemplo” a seguir, aseguraron sus dueños.
Ahora cuando un nuevo franquiciario quiere abrir una tienda en alguna parte del mundo, viene a Puerto Rico a ver lo que Cook y Gómez han logrado con sus establecimientos en la Isla.
Ambos empresarios aseguraron que se sienten muy orgullosos de este logro por lo que se concentrarán 100% en este mercado y no planifican por el momento expandir su “imperio de donas” a otros países.
“La clave en todo esto ha sido el personal que tenemos. Ellos son bien importantes en este éxito. Reconocemos que tenemos un equipo excelente y de alta calidad”, aseguró el presidente.
Y añadió, “para trabajar en Krispy Kreme es necesario que el empleado sea amable con los clientes y, sobre todo, que tenga una sonrisa”.